En los últimos días, por medio de la televisión y los diarios hemos visto el peso que las opiniones de los altos funcionarios de Estado Unidos (USA) tiene en la conducta y el manejo de los miembros de la política en México; desde secretarios de estado hasta voceros de gobiernos estatales pasando por senadores o diputados. Y no es para menos, puesto que la actitud de Estados Unidos es siempre la de desestabilizar a los países, tenerlos después bajo su yugo, y así fingir protegerlos para poder tomar ventaja sobre ellos.
Debemos recordar que Estados Unidos esta en pleno año electoral federal y que están, sus partidos políticos, tratando de manejar las ideas del electorado, sobre la política internacional que el país vecino debe y deberá adoptar en futuros años.
Para esto, es comprensible, respetable pero desafortunada y nada compartida la opinión que han vertido acerca de México y sus problemas con la seguridad, la guerra contra el narcotráfico y demás temas, ya que estos comentarios han tenido lugar en situaciones inesperadas, fuera de contexto y lejos de México o en frontera con México. Basta con la más reciente, donde un subsecretario dice estar preocupado por tener, en un futuro, que enviar al ejercito americano a territorio mexicano a combatir la insurgencia de los narcos; o los cables revelados por Wikileaks, a través del periódico La Jornada, donde el consul americano en Monterrey Nuevo León, afirma que dicha ciudad es territorio "ZETA" desde febrero del año pasado.
Como lo anterior hay "n" ejemplos; pero, ¿qué pasa en otros países?
Los medios de comunicación nacionales, al menos los más grandes y poderosos, no han publicado nada aún y ésto se debe a no querer transgredir sus intereses en el vecino país, un ejemplo es la fusión en producción televisiva entre Televisa y Univisión que deriva en el control paulatino de la primera sobre la segunda. O la consolidación de Azteca América por la televisora del Ajusco en sociedad con empresarios americanos.
Pero, apartando eso, está lo que revela Wikileaks en Argentina, por ejemplo; dónde hace todo un relato sobre la antología de la vida y obra de Nestor Kitchner y su familia, del Grupo K, de los robos, enriquecimiento ilícito, de los fraudes por parte de jueces, militares, policía, diputados y demás amigos y colaboradores cercanos de Nestor y Cristina Fernández. Habla de cómo fueron sacando a gente como Eduardo Mondino, ex Ombudsman Argentino, que por presión de la pareja del poder, terminó su cargo, o de la renuncia, que por los mismos motivos que el anterior, tuvo que presentar Manuel Garrido, Fiscal Anti-Corrupción de la Argentina, en 2009. Información filtrada por Alberto R. Gonzalez, Fiscal General de USA en Argentina.
Y por supuesto, el más notorio de la última semana, Egipto. Hosni Mubarak, presidente de Egipto desde hace 30 años, ahora si es presionado por Barack Hussein Obama para que deje la silla. Al parecer no le preocupa al Tío Sam ver a quién deja en su lugar Mubarak, pero si le urge que designe a alguien. ¿Porqué?
Pues porque Estados Unidos pierde a uno de sus más grandes aliados de medio oriente, pues desde hace 30 años, que Mubarak asumió el poder; después de Israel, Egipto es el mayor asociado de USA en cuestiones de cooperación armamentista, venta de armas, capacitación de fuerzas especiales y demás negocios bélicos. En suma, se le puede ir un clientazo, pero como en Roma, al pueblo, pan y circo, que se vaya y la gente quedará menos intranquila.
Regresando al tema, esta la cooperación del Plan Mérida, el año electoral americano y la salida de recursos para operación del gobierno de Obama; lo anterior ha puesto en boca de gente como Hillary Clinton, los temas de México, fronteras, narcotráfico, tráfico de armas entre muchos otros. Pueden ser causa de las declaraciones que incomodan a nuestro país pero se sostienen en el tenor de ser argumentos para adquirir votos, presupuesto, empatía y agrado entre sus ciudadanos.
Así pues, como en muchos países de los que se han revelado cables de embajadas americanas hacia la Casa Blanca, nuestro país no es la excepción; pero todo parece indicar que no saben, ellos, nada que no sepamos nosotros.
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